Juego de Tronos: El juego de tablero
El legado de Aegon
Robert el Usurpador ha muerto. Es ahora cuando, en Juego de Tronos: El juego de tablero, las grandes Casas de Poniente se preparan para la batalla, cada cual en pos de hacerse con el Trono de Hierro y tomar el control del reino. Sin embargo, al otro lado del mar Angosto, una amenaza olvidada ha ido haciéndose más fuerte con cada día que pasa y ahora está lista para hacerse un lugar en la batalla y reclamar con fuego y sangre el reino que legítimamente le pertenece.
Hoy, nos complace ofreceros un análisis detallado de la Casa Targaryen en la medida en que irrumpe en la batalla por el Trono de Hierro gracias a la expansión Madre de Dragones para Juego de Tronos: El juego de tablero.
Despertar al dragón
Aunque la dinastía Targaryen fue derrocada por Robert el Usurpador, hay muchos en Poniente que anhelan que la Casa Targaryen vuelva al poder. Esos leales guardan una falsa fidelidad a sus actuales señores mientras esperan el momento oportuno para revelar su verdadera lealtad. Madre de Dragones supone la llegada de ese momento, por lo que el objetivo de la Casa Targaryen es descubrir y reunir a sus partidarios de Poniente.
La Casa Targaryen no consigue Puntos de Victoria de la misma forma que las otras Casas, las cuales deben conquistar Castillos y Fortalezas por todo el reino. Para la Casa Targaryen, el medidor de Victoria lleva la cuenta de la cantidad de partidarios de Poniente que ha obtenido, que se indican mediante fichas de Fidelidad que se colocan en el tablero. Sin embargo, aún le queda esperar pacientemente a que esos partidarios se revelen como tales, lo que permitirá que el descontento y el recelo se propaguen por Poniente. Este nuevo factor en el cambiante mundo de Poniente aparece en la fase de Poniente al robar de un nuevo mazo de cartas de Poniente IV.
Las cartas de Poniente IV revelan nuevos aliados para los Targaryen mediante la colocación de fichas de Fidelidad por todo Poniente; y, además, pueden permitir a los Targaryen mandar a sus partidarios a nuevas zonas, lo que despertará sentimientos de rebelión en un territorio de Poniente cada vez más extenso. Las zonas con fichas de Fidelidad son las zonas que debe conquistar la Casa Targaryen para obtener Puntos de Victoria y ganar la partida.
Las fichas de Fidelidad no afectan a las otras Casas (al fin y al cabo, lealtades tan peligrosas deben mantenerse en secreto); pero, además, tampoco se pueden retirar. Si la Casa Targaryen puede reunir a sus fuerzas y tomar el control de una zona leal a ella, obtiene de forma permanente la ficha de Fidelidad y pasa a estar un escalón más cerca de la victoria, incluso si más adelante pierde el control de esa zona. Si la Casa Targaryen llega al séptimo espacio del medidor de Victoria, gana la partida inmediatamente.
El fuego interior
Sin embargo, jurar lealtad a una Casa sin poder que está al otro lado del mar es una empresa peligrosa. Si la Casa Targaryen quiere que nuevos seguidores se unan a su causa, debe darles una razón grandiosa, casi divina, para que lo hagan. Esa razón tiene la forma de la líder de la Casa Targaryen: Daenerys Targaryen, quien ha desafiado a la muerte y ha traído la magia de vuelta al mundo. A lo largo de Poniente y Essos, Daenerys es más conocida como la «Madre de Dragones», ya que da a su Casa acceso a tres poderosos dragones, los cuales son las unidades más raras y singulares de Juego de Tronos: El juego de tablero.
Un dragón no es ni un esclavo ni un soldado, de manera que no puede ser reclutado normalmente. La Casa Targaryen empieza con tres dragones en juego, y esos son todos los que tendrá: si una de esas criaturas muere, no puede volver de entre los muertos. Además, cada dragón es una criatura viva que crece y se hace más fuerte a medida que avanza la partida. Dado que son polluelos al inicio de la partida, los dragones tienen en ese momento una Fuerza de combate de cero, así que hay que tener cuidado en mantenerlos alejados del combate y protegidos. Sin embargo, cada vez que el marcador de ronda de juego avanza a una posición que tiene una ficha de Fuerza de dragón, la fuerza de las bestias aumenta en uno y ello queda reflejado en el medidor de Fuerza de dragón, que está en la parte inferior del tablero de Essos. Si no se pone freno a su crecimiento, ¡los tres dragones alcanzarán la increíble fuerza de cinco en la última ronda de la partida!
Tus dragones pueden luchar junto a tus ejércitos mientras sales de Essos y avanzas por Poniente; sin embargo, a diferencia de cualquier otra unidad terrestre, los dragones también tienen el poder de volar. ¡Con una simple orden de Avance, puedes mover a tus dragones a cualquier zona de tierra de Essos o de Poniente! Si esa zona está ocupada por una unidad enemiga, se inicia un combate de la forma normal. Aun así, debes tener cuidado de no dejar que tus dragones se queden aislados en territorio enemigo y sean destruidos. Incluso Aegon el Conquistador sabía que la mera fuerza no es suficiente para conservar el reino por mucho tiempo.
El rey mendigo
Como cualquier noble de Juego de Tronos: El juego de tablero sabe muy bien, no basta con jugar el juego de tronos en el campo de batalla, sino que también debes dominar las sombrías intrigas de la corte: forjar y romper alianzas, hacer tratos y otorgar concesiones… todo ello sabiendo que aquellos con quienes negocias son las mismas personas que desean destruirte. Madre de Dragones lleva ese aspecto del juego un paso más allá con la incapacidad de la Casa Targaryen para hacer progresar sus propios planes en las cortes de Desembarco del Rey.
Dada su naturaleza de forastera y expatriada, la Casa Targaryen ocupa de forma permanente la octava posición en todos los medidores de Influencia durante toda la partida. Sigue pudiendo usar tres fichas de Orden especial en cada ronda, pero su verdadero poder procede de su habilidad para influir en las disputas entre las otras Casas. Cuando los jugadores apuestan en los medidores de Influencia, la Casa Targaryen también apuesta en los tres medidores de influencia la cantidad de fichas de poder que quiera. Sin embargo, una vez reveladas todas las apuestas, la Casa Targaryen debe repartir sus fichas de poder entre los otros jugadores, ¡lo que incrementa las apuestas de Influencia de todos ellos! Esta habilidad para inclinar la balanza hacia un lado u otro de forma drástica hace de la Casa Targaryen un poderoso aliado para cualquier Casa, pero también un enemigo mortal si ha sido traicionada.
Fuera de la fase de Poniente, los miembros de la Casa Targaryen no son los únicos que pueden usar su poder para influir en las acciones de otros. En Madre de Dragones, los jugadores pueden dar libremente fichas de poder a otros jugadores como «incentivo» para que vean las cosas desde el punto de vista del donante. Con esta nueva herramienta de negociación, la batalla por el Trono de Hierro toma un nuevo cariz: ¿mantendrás tu predominio cuando debas forjar alianzas? ¿Te atreverás a romperlas cuando las consecuencias de la traición puedan suponer tu perdición?
Honra a tus antepasados
Los restos de la Casa Targaryen han vivido escondidos durante años, reuniendo a sus fuerzas con discreción y esperando el día en que pudieran regresar a Poniente y reclamar el trono. ¡Ahora, con el rey Robert muerto y Poniente sumido en el caos, les ha llegado el momento de cruzar el mar y seguir los pasos de Aegon el Conquistador, su antepasado, para gobernar el reino con fuego y sangre con Madre de Dragones!